4/03/2016

Conoce tu tipo de piel



La  piel refleja tu salud,  es la carta de presentación de los seres humanos. Una mala alimentación, el tabaquismo, la contaminación atmosférica, y las temperaturas extremas pueden ser los enemigos que hacen que tu piel no  luzca saludable. Está en nosotros evitar que estos factores no destruyan nuestra piel.

Saber qué  tipo de piel tienes es muy importante, porque te permitirá tratarla de una forma adecuada para conservarla sana y a salvo de las agresiones de la vida actual.

La piel la podemos clasificar en cinco tipos: normal, grasa, seca, mixta y sensible.


¿Cómo identificar tu tipo de piel?



Tu piel es normal si:

  • La textura de tu piel es regular.
  • No tienes problemas de granitos, rojeces o imperfecciones.
  • Aparentemente suave, limpia y sana.

Tu piel es grasa si:

  • Es grasa y brillante, especialmente en la zona T (frente, nariz y barbilla).

  • Es propensa a poros abiertos, puntos negros, rojeces y granitos.

  • Es de textura irregular y aparentemente sucia.


Este tipo de piel requiere de una higiene escrupulosa además de un tratamiento permanente de hidratación.



Se tiene este tipo de piel cuando las glándulas sebáceas producen grasa en exceso, lo que ocasiona la obstrucción de los poros.


La ventaja de este tipo de piel es que envejece con mayor lentitud.
 
Tu piel es seca si:

  • Generalmente tiene poros finos, luce un tanto opaca.

  • Es  tirante y rígida, especialmente después del afeitado o de ducharse.

  •  Es propensa a pelarse y a escamarse.

  • Es aparentemente vieja y apagada.


La epidermis seca envejece con mayor rapidez por lo que se debe incluir en la rutina diaria el uso de productos nutritivos y tensores.
 
Tu piel es mixta si:
  • Presenta una mezcla de dos o más de las mencionadas anteriormente.

  • Las zonas con grasa se encuentran normalmente en el cuello, nariz y barbilla, la llamada zona T.

  • Las zonas secas están a menudo en las mejillas y puede darse en el cuello.

Tu piel es sensible si:

  • Reacciona  a la mayoría de productos de cuidado de la piel y de afeitado, irritándose con frecuencia.

  • Tiende a enrojecerse/irritarse cuando tomas el sol o tienes mucho calor.

  • Reacciona a cierta comida o fragancias causándote sarpullidos o picores.

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